Cada año, en los Estados Unidos, alrededor de 4,440 bebés nacen con labio hendido, según los CDC. Aproximadamente 2,650 nacen con paladar hendido. El labio y el paladar hendido, algunos de los defectos congénitos más comunes, se dan cuando los lados del labio o la parte superior de la boca no se unen correctamente.
Cómo ocurren las hendiduras
Los huesos y tejidos de la mandíbula superior, de la nariz y de la boca de un bebé se unen normalmente durante las primeras 6 o 10 semanas de embarazo. Esto forma el «techo» de la boca y el labio superior. Cuando este proceso no se da de manera exitosa, el bebé nace con una hendidura (separación) en la boca, en los labios o en ambas.
Los factores de riesgo que afectan a la madre incluyen diabetes, fumar o tomar durante el embarazo, no consumir la cantidad suficiente de ácido fólico y tomar medicaciones anticonvulsivas. La genética también influye. Los bebés de descendencia asiática, latina y americana nativa son quienes tienen más probabilidades de nacer con una hendidura, ya que sus padres en sí posiblemente tengan labio o paladar hendido.
Tipos de hendiduras
El labio hendido y el paladar hendido son los principales. Un bebé puede nacer con una o con ambas condiciones.
Un labio hendido tiene una abertura en el borde del mismo. Según la severidad de la hendidura, se puede extender hasta la nariz. Dentro de los tipos de hendidura, se encuentran las hendiduras incompletas (parciales), las hendiduras unilaterales (en un solo lado) y las hendiduras bilaterales (en ambos lados).
Por otro lado, un paladar hendido es una división en la parte superior de la boca, también conocida como el paladar blando y duro. Este tipo de hendidura se puede limitar sólo a una parte del paladar o a una parte de la cara.
Complicaciones
Los bebés con paladar hendido usualmente tienen problemas para comer, ya que la separación en la parte superior de la boca puede impedir la succión. Ya que no se puede amamantarlos, se han desarrollado alimentadores especiales para ayudar a los padres a alimentar a sus bebés.
Pueden surgir otros problemas más adelante. Las hendiduras pueden causar pérdida de la audición, dificultades en el habla y problemas dentales, como dientes faltantes, deformes o mal alineados. Los niños con labio o paladar hendido también están más propensos a las caries, ya que normalmente tienen áreas débiles en su esmalte y una saliva más espesa y menos efectiva.
Tratamiento
Un equipo de especialistas puede ayudar a corregir el labio y el paladar hendido y las complicaciones que estas condiciones pueden provocar. Los miembros más importantes de este equipo son el pediatra, el cirujano bucal, el terapeuta del habla, el otorrinolaringólogo (especialista del oído, nariz y garganta) y el ortodoncista.
La cirugía inicial para cerrar la abertura en el paladar o en el labio se lleva a cabo cuando el bebé tiene entre 8 y 12 semanas.
La severidad de la hendidura determina qué tanto tratamiento dental se necesita. Mientras que algunos niños pueden necesitar una importante cirugía ortognática (mandibular y facial), otros sólo necesitan tratamiento de ortodoncia.
Con el tratamiento adecuado, un niño con labio o paladar hendido puede lograr un funcionamiento y una apariencia normal.